Historia 9 de enero de 1964 Panamá.

El Día de los Mártires fue un movimiento ocurrido en Panamá el jueves 9 de enero de 1964, y cuyo objetivo era reclamar la presencia e izar la bandera panameña en el territorio conocido como la Zona del Canal, una franja de tierra alrededor del Canal de Panamá, que fue cedido a Estados Unidos a perpetuidad mediante el Tratado Hay-Bunau Varilla. Este suceso fue el detonante para que se aboliera dicho tratado y entrara en funcionamiento los Tratados Torrijos-Carter.

Los hechos del 9 de enero


A pesar que se esperaba una respuesta de los panameños por la izada de la bandera estadounidense en Balboa, la magnitud de la crisis tomó a la mayoría de los estadounidenses por sorpresa. Varios años después, Lyndon Johnson escribiría en sus memorias que
Cuando escuché sobre la acción de los estudiantes [zoneitas en Balboa] estuve seguro que tendríamos problemas.
Las noticias de las acciones en la Secundaria de Balboa alcanzaron a los estudiantes del Instituto Nacional, la secundaria más prestigiosa de Panamá en esa época. Liderados por Guillermo Guevara Paz, un joven de 17 años, entre 150 y 200 estudiantes del Instituto marcharon en dirección a la Secundaria de Balboa, cargando la bandera panameña de su escuela y pancartas proclamando la soberanía de Panamá sobre la Zona del Canal. Antes de iniciar su marcha, informaron al director del Instituto y a las autoridades de la Zona. Su intención era izar la bandera panameña en el asta de la Secundaria de Balboa, donde los estadounidenses habían izado la suya.
En la Secundaria de Balboa, los estudiantes panameños fueron recibidos por la policía de la Zona y por una multitud de estudiantes y adultos. Luego de negociaciones entre los estudiantes panameños y la policía, se le permitió a un pequeño grupo acercarse al asta, mientras que la policía mantenía a la multitud alejada.
Media docena de estudiantes panameños, cargando su bandera, se acercaron al asta. Pero los habitantes de la Zona rodearon el asta, cantaron el himno de Estados Unidos y rechazaron el trato entre la policía y los estudiantes panameños, lo que inició un tumulto. Los panameños fueron rechazados por los civiles de la Zona, que fueron respaldados por la policía.
En el curso de la discusión la bandera panameña resultó rota en pedazos. Se trataba de una bandera con significancia histórica, ya que los estudiantes del Instituto Nacional la habían cargado en 1947, durante demostraciones contra el tratado Filós-Hines y en demanda de la retirada de las bases estadounidenses.
La información sobre cómo se rompió la bandera resultó controversial: el capitán Gaddis Wall, que estaba a cargo de la policía en el lugar de los hechos, negó cualquier culpa de parte de los estadounidenses, y afirmó que los estudiantes panameños se tropezaron y accidentalmente rompieron su propia bandera. David White, un aprendiz de técnico de teléfonos de la Compañía del Canal de Panamá, refirió que
"...la policía agarró a los estudiantes, que eran cuatro o cinco, bajo los hombros en sus axilas y los llevaron hacia delante. Uno de los estudiantes se tropezó y creo que cuando se cayó la vieja bandera se rompió".
Uno de los estudiantes panameños que llevaba la bandera, Eligio Carranza, dijo que
"...empezaron a empujarnos y a tratar de quitarnos la bandera, mientras nos insultaban. Un policía levantó su tolete, el cual rajó nuestra bandera. El capitán trató de sacarnos y llevarnos donde estaban los otros estudiantes panameños. En el camino a través de la multitud, muchas manos halaron y rompieron nuestra bandera".

Se inicia la violencia

 A medida que las noticias del rompimiento de la bandera se dispersaban en la población, multitudes enojadas se fueron acercando a la frontera entre la ciudad de Panamá y la Zona del Canal. En varias oportunidades, los manifestantes entraron a la Zona, sembrando banderas panameñas, siendo repelidas con gas lacrimógeno lanzado por la policía de la Zona. La multitud, enardecida, comenzó a lanzar piedras, que causaron heridas leves a varios de los oficiales de policía. La policía respondió disparando a la multitud.

Las autoridades de la Zona del Canal pidieron a la Guardia Nacional —que hacía tanto las veces de Policía como de Fuerzas Armadas de Panamá— que suprimieran los disturbios, pero la Guardia se mantuvo alejada de los incidentes.
Mientras, los protestantes empezaron a romper la cerca que separaba la Zona del Canal de la República de Panamá. Tras sucesivas andanadas de gases lacrimógenos, la policía de la Zona comenzó a disparar sobre quienes empujaban o rompían la cerca.
Las multitudes panameñas crecían a medida que se acercaba la noche, y para las 8 p.m., unos 80 a 85 policías de la Zona del Canal enfrentaban al menos 5000 protestantes. Algunos estimaciones llegan a mencionar hasta 30 000 o más manifestantes. Cuando el vice gobernador de la Zona se acercó a ver lo que pasaba, los protestantes tiraron piedras a su automóvil.
La confrontación no se limitó al área de la ciudad de Panamá: las noticias de los enfrentamientos se regaron con rapidez por radio, televisión y llamadas telefónicas privadas, y viajaron 50 millas de la costa Pacífica de Panamá hasta la costa Atlántica. La segunda ciudad del país, Colón, que colindaba con la ciudad Cristóbal, vio surgir disturbios unas pocas horas luego del inicio de las hostilidades en el lado Pacífico, donde luchas intensas continuarían durante los próximos 2 días. A diferencia de la ciudad de Panamá, las autoridades panameñas en Colón hicieron intentos al inicio de separar a los combatientes.
Algunos incidentes sucedieron en otras ciudades de Panamá. Sin duda, la imagen más famosa que existe de los eventos de este día es la de dos estudiantes panameños en uniforme, trepando sobre la cerca en Ancón, cargando una bandera panameña.
A pedido del vice gobernador, asumió la autoridad sobre la Zona del Canal el General Andrew P. O'Meara, comandante del Comando Sur de Estados Unidos. La Brigada de Infantería 193 fue desplegada alrededor de las 8:35 p.m., lo cual determinó el cese de los disturbios en la Zona.

Los hechos de violencia continuaron algunas horas en la ciudad de Panamá: los negocios propiedad de estadounidenses fueron incendidados, y el recién inaugurado edificio de Pan American Airlines —que, a pesar de hospedar a una corporación estadounidense era propiedad de panameños— fue completamente destruido. A la mañana siguiente fueron encontrados en los escombros los cuerpos sin vida de 6 panameños, probablemente atrapados en el edificio mientras saqueaban.

Las muertes

A medida que los disparos se hicieron comunes entre ambos bandos, un cierto número de personas sufrió heridas por proyectil de arma de fuego y murieron bajo circunstancias controversiales.
Ascanio Arosemena, un estudiante de 20 años, fue herido en un ángulo por la espalda, a través del hombro y el tórax. Fue el primero de los Mártires, como se les llamó a los muertos de esos días. De acuerdo a los testimonios, Arosemena murió mientras ayudaba a evacuar protestantes heridos de la zona de peligro. Los testigos parecen estar apoyados por una fotografía de Arosemena ayudando a un compañero herido, que se dice fue tomada instantes previos a que fuera herido. El edificio donde todo empezó, la Secundaria de Balboa, hoy lleva su nombre y es un Centro de Capacitación de la Autoridad del Canal de Panamá. Igualmente una importante Avenida de la antigua Zona del Canal lleva su nombre.

Una bebé de 6 meses, Maritza Ávila Alabarca, murió con problemas respiratorios mientras su vecindario era bombardeado con gas lacrimógeno. Los Estados Unidos negaron que la muerte de la bebé estuviera ligada con el uso de gas lacrimógeno, sosteniendo la opinión de que no es un agente letal. El 28 de septiembre de 2000, el profesor Uwe Heinrich publicó un estudio para investigar el uso de gas lacrimógeno por el FBI en el complejo de los Davidianos, en el que explicó que, si no se usan máscaras de gas y los afectados están en un lugar confinado, "... hay una posibilidad de que la exposición a gas lacrimógeno CS pueda significativamente contribuir, o incluso causar efectos letales".

Varios recuentos panameños culpan de todas las muertes a los estadounidenses, lo cual no parece enteramente acertado; por ejemplo, las víctimas del fuego del edificio de Pan American Airlines no pueden ser atribuidas a los estadounidenses. Además, los panameños dispararon también contra los estadounidenses, y en algunos casos puede que hayan herido a compatriotas.
Por su parte, la versión oficial de la policía de la Zona del Canal fue que la policía no disparó directamente a los manifestantes, sino sobre sus cabezas o a sus pies, y que todos los panameños que murieron eran ya sea saqueadores o víctimas de otros panameños. Esta versión fue desacreditada por investigadores independientes, que encontraron que la policía disparó directamente a las multitudes y mató a Arosemena y un número de otros panameños. Los expertos de balística del DENI (Departamento Nacional de Investigaciones) argumentaron que seis panameños fueron asesinados con balas de calibre 0.38 calibre Smith and Wesson, los utilizados por la policía de la Zona del Canal.
Un recuento definitivo de todas las muertes de esos días no ha sido publicado y tal vez nunca lo sea.
A pesar que algunas fuentes panameñas dan nombres y números diferentes, la lista de los mártires panameños puede encontrarse en el monumento a los mártires en Colón (donde se encuentran los restos de los mártires colonenses). Los 22 listados aquí incluyen a: Maritza Ávila Alabarca, Ascanio Arosemena, Luis BonillaJosé Del Cid CobosTeófilo Belisario De La TorreGonzalo A. France,Víctor M. GaribaldoJosé Enrique GilEzequiel Meneses GonzálezVíctor M. Iglesias, Rosa Elena LandechoCarlos Renato Lara,Evilio Lara, Gustavo Lara, Ricardo Murgas VillamonteAlberto Nichols ConstanceEstanislao Orobio W.Jacinto Palacios Cobos,Ovidio L. SaldañaRodolfo Sanchez BenítezAlberto Oriol Tejada y Celestino Villareta.
La mayoría de los recuentos estadounidenses listan las bajas de su lado en cuatro, a pesar que algunos varían entre 3 o 5. Los que murieron peleando en el lado estadounidense incluyen a: Luis Jiménez CruzDavid HauptGerald St. Aubin y Michael W. Rowland. La mayoría de las heridas sufridas por ciudadanos estadounidenses fueron causadas por rocas o botellas que les fueron lanzadas.

Cuando terminó la pelea, los investigadores del DENI encontraron más de 600 balas incrustadas en el edificio de la Asamblea Legislativa, localizado cerca de la frontera de ese entonces. El Hospital Santo Tomás reportó que atendió 324 heridos y 18 muertes producto de los disturbios. El hospital de la Caja de Seguro Social trató a 16 heridos. La mayoría de los muertos y heridos sufrieron heridas por proyectiles de armas de fuego. Algunos de los más severamente heridos quedaron con secuelas neurológicas o parálisis causadas por sus heridas de bala.
Los investigadores estadounidenses encontraron luego de la pelea más de 400 balas incrustadas en el Hotel Tivoli.
Años más tarde, el gobierno de los Estados Unidos ordenó desclasificar los documentos históricos respecto a los disturbios de 1964, incluyendo los números de municiones utilizadas por el Comando Sur. El registro oficial fue que el Ejército de Estados Unidos disparó 450 balas de rifle calibre 0.30, 5 balas calibre 0.45, 7193 granadas o proyectiles de gas lacrimógeno. También el Ejército dice haber usado 340 libras de químico CN-1 chemical (gas lacrimógeno suave) y 120 libras de químico CS-1 (gas lacrimógeno fuerte). El mismo reporte dice que la policía de la Zona del Canal disparó 1850 balas calibre 0.38 y 600 balas de escopeta en la pelea, además de 132 granadas de gas lacrimógeno.
File:Monumento a los mártires del 9 de enero de 1964.jpg

Monumento a los mártires del 9 de enero de 1964

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